Exquisita chuleta de lomo con el hueso totalmente desnudo, limpio de grasa, donde el único trozo de carne es el corazón tierno y rosáceo de la chuleta, la forma del corte se parece a un hacha al que hace alusión su nombre Tomahawk, nombre de las hachas que utilizaban ciertos pueblos indios en américa del norte.

El Tomahawk es una chuleta con hueso de las costillas del cerdo, su marmoleo le confiere un gran sabor y una jugosidad excepcional. El peso de cada pieza está en torno a los 150 g lo que lo hace un corte ideal para compartir.

El grosor de la pieza depende del grosor de la costilla y es generalmente de 4-6 cm de espesor. Esta pieza la podemos preparar al horno o la parrilla. Si optamos por hacerlo al horno, primeramente tendremos que darle un golpe fuerte de calor en la plancha para sellar y generar una capa que impida que se deshidrate la pieza en el horno. Posteriormente lo tendremos en el horno durante unos 15 minutos a 200 grados para que la pieza se caliente en su interior.

La otra opción y nuestra recomendación es asarlo en una barbacoa controlando la temperatura interior para que no pase de los 55-60 ºC que dejará la carne en “al punto”.

Cuando esté asado y reposado, separar la costilla de la carne y cortarla en filetes de un par de centímetros de espesor y servir con sal gruesa.

El codillo de cerdo, ubicado entre la unión de los dos huesos de la pata delantera donde se forma el codo del cerdo, es el protagonista de muchos gastronomías por su fuerte y aromático sabor, este corte es muy consumido en Europa en países como Alemania donde se prepara al horno, guisado, ahumado o popularmente salado acompañado con puré de papa o guisantes es toda una especialidad en la cocina.

Cuando prepares en tu cocina un platillo de codillo de cerdo recuerda que será necesario que este sea cocinado por bastante tiempo y acompáñalo con hierbas como el romero y especias como la paprika que resaltarán su sabor exquisito.